«Todas las cosas profundas y las emociones de las cosas son precedidas y atendidas por el silencio».
Herman Melville

Como ya nos lo avisaran tantos amigos viajeros, todo lo que estamos viendo, conociendo y compartiendo desde que saliésemos de la provincia de Buenos Aires está siendo realmente mágico.

Cada pueblo, escuela, familia, cada persona conocida resulta el mayor de los descubrimientos.

Y la llegada a Camarones no pudo ser más curiosa.
Seguimos las indicaciones del guarda faunas en Punta Tombo, tras visitar la pingüinera, y tomamos el camino que continuamente desestimaba el GPS.
Como ya tenemos más que comprobado, nada ocurre en vano, y nuestro bondi quedó a 25 km de nuestro siguiente destino, varado en el barrizal que había provocado una tremenda tormenta días antes.
Quizás nos hubiera invadido el pánico y atormentado el desasosiego si se tratara de la familia que partió en julio de 2017 desde España, abandonando la zona de confort para lanzarse a emprender el viaje de su vida. Sin embargo, tras todos los obstáculos sorteados durante estos nueve meses, la percepción y el relajo con que vivimos el momento fue felizmente distinto.
Para nosotros, terminó resultando la primera de las muchas aventuras que seguro nos tiene deparado el camino y así lo recordaremos siempre.

Pasamos la noche en mitad de la nada y de todo, disfrutando de ese silencio ansiado tantas veces y que solo obtienes cuando te hayas a solas en plena naturaleza, teniendo por compañía el más brillante de los cielos y algún que otro guanaco.
Con la paz que te da el saber que estás en el lugar correcto, el que decidiste con todo tu corazón, y ahí no existe problema alguno, RESPIRAS y VIVES la oportunidad que te brinda la vida para aprender y disfrutar el momento presente.

Agradecidos al paisano que acercó a Ángel al pueblo para solicitar ayuda. Y Por supuesto a los bomberos voluntarios que en un plis y dos intentos nos devolvió al camino borrado.

A la escuela , a los docentes y a Leonor, su gentil directora, de nuevo magnifica la jornada entre ojitos soñadores y lluvia de cuentos.

A Lorena, por su pasión docente, en constante formación ( muchas veces a partir de las 3 de la mañana para conseguir un poquito más de wifi) y la continua disponibilidad y entusiasmo mostrados hacia Proyecto Meraki.

Y por supuesto a nuestros amorosos amigos Nelly Abril y Gerardo Robert. Una jovial pareja de cultos saberes que tuvieron a bien tras una rica comida de despedida por parte del claustro, llevarnos junto a los maestros Daniel, Noelia y Denis, a la maravillosa pingüinera con la que cuenta su pequeña localidad. Más bonita si cabe que la de Punta Tombo por no ser tan conocida y por ende menos turística.

No pudo estar más acertado Florence Pagmy (cantante francés) al elegir este magnífico enclave de la Patagonia para asentarse con su familia.

Quien visite Camarones que lo haga de la mano de la mejor guía del paseo peatonal, la querida maestra del pueblo Nelly, que como bien dice ella, todo lo que sabe y explica lo hace desde el conocimiento que da el haberlo vivido.