Noviembre/ Diciembre 2017.

Parece que fue ayer cuando les conocimos y conversábamos sobre su nuevo proyecto de vida, el lugar para asentarse por un tiempo, los pros y contras, la búsqueda de colegio para los chicos…

 y ya les llegó su momento, el de su partida, la hora de dejarlo todo para comenzar de nuevo, juntos, en familia, los seis.

Ellos, los Amadeo Outdoors, un orgullo para cualquier argentino de bien y el mejor ejemplo de familia con valores firmes y asentados, con la empatía y el altruismo como fuertes cimientos.

En breve partirán hacia Europa, para emprender un camino hermoso, recorrer cada rincón, su cultura, su gente… Y después, asentarse en España, por un tiempo, en nuestra tierra, Andalucia.

 Y así como a nosotros nos abrieran las puertas de su hogar sin conocernos de nada, sólo con la sabiduría heredada del hoy por ti y mañana… también, esperamos amigos que encuentren siempre personas de corazón grande y sepan darle una mano. Auguro, como la mejor de las brujas pirujas, que vais a ser muy felices, experiencia viajera os sobra y contáis con lo más importante, vuestra preciosa familia.

 Todo cuanto nos disteis os será recompensado seguro, como sabéis, aquello que se entrega con amor, la vida te lo devuelve con creces.

Esperamos ilusionados a nuestra vuelta un reencuentro, y si así fuera, les esperamos en nuestra casa, para abrirles las puertas de par en par y con larga alfombra roja.

Porque la pasamos bien, porque hubo de todo, desde intercambio culinario hasta animadas tertulias, porque volvimos a reír hasta doler la panza.

Pero sobre todo porque nos levantasteis, nos recogisteis de ahí abajo de donde no quiero acordarme, y nos devolvisteis la sonrisa, los colores, la alegría, la dignidad.

Hoy Proyecto Meraki no sería lo que está siendo sin Angie, Francisco, Cruz, Belu, Félix y Dimas.

Solo ustedes saben cómo encontraron estas almas abatidas y supieron como nadie darles el calor que tanta falta hacía.

Gracias por la calurosa bienvenida con pastel casero en forma de Biblio escuela incluido.

Gracias por la maravillosa cita en pareja que con tanto cariño nos preparasteis con cena pagada inclusive (cualquier viajero en familia sabe que se echa de menos eso de salir solos y conversar sin interrupciones.

Gracias por darnos el contacto necesario e imprescindible para por fin encaminar y conseguir sacar el contenedor, por sufrirlo y lucharlo con nosotros como si fuera vuestro.

Gracias por movilizar cielo y tierra en un ratito y conseguirnos lo básico y mucho más para poder empezar a vivir en nuestra casita rodante y emprender camino.

(Maravillosas personas las que nos donaron tanto: Familia Amadeo Izaguirre, Familia Amaral, Santi y Cami, Mary Caro).

Gracias por darnos cobijo en vuestro nido, ahuecarnos las alas, empoderarnos de nuevo y alentar nuestro vuelo.

Gracias, gracias, infinitamente gracias. 

 No os deseamos suerte porque la lleváis con vosotros, suerte de los que tengan la dicha de encontraros en el camino. Suerte la nuestra, siempre. Les queremos.

Agradecidos nuevamente a Andrés e Ingrid del Vuelo de Apis por conectarnos con esta impresionante familia.