Es una pregunta que quizás os estáis haciendo, y es completamente comprensible.

Si dirigimos nuestra mirada a las circunstancias mundiales actuales, tal vez debáis mostrar vuestro pensamiento, interés o colaboración, en otros proyectos, otros lugares, otras personas, …
Pues ciertamente es lo más lógico y humano.

Por nuestra parte, después de todo lo soñado, pensado y planificado, jamás imaginamos que pudiera llegar a derrumbarse de esta forma , como un castillo de arena que tras mucho esfuerzo, empeño y dedicación, ves caer a cámara lenta ante tus propios ojos, desmoronado por el suave oleaje de la subida de la marea, sin que te de tiempo a reaccionar, porque es inevitable.

Como inevitables fueron los sentimientos brotados en nosotros a pocas horas de aterrizar en Buenos Aires: frustración, desasosiego, incertidumbre, desaliento, …

Ya nos avisaron de las dificultades que podíamos encontrar por comprar y transformar un bus a tantos kilómetros de distancia, y de los quebraderos de cabeza que podían acarrear todas las gestiones para dar salida a nuestro contenedor.
Pero, ni en el peor de los augurios podríamos imaginar semejante pesadilla en la que nuestra familia se ha visto envuelta durante estos dos meses y medio en Argentina, para poder comenzar a desarrollar nuestro proyecto.

Y aunque en ningún momento pensamos abandonar en nuestro empeño, presos del victimismo, la desidia o el arrepentimiento, la vida es sabia, y todo este enjambre existencial en el que nos hallábamos no era más que una nueva prueba, que ahora miramos con la distancia necesaria que dan los días y los meses, tornando nuestra inquietud y tristeza, en dicha y agradecimiento.

Con nuestras sonrisas como bandera, emprendemos de nuevo el recorrido, ya con nuestra Biblioescuela casi terminada y ahora con la certeza de que lo que sea para nosotros será, desaprendiendo para adquirir aprendizajes nuevos, abandonando los ropajes adquiridos de tantos años, que no hacían más que estorbar, cargados de miedos,  limitaciones y prejuicios, para dibujarnos de nuevo, permitiéndonos fluir sin más.

Las dificultades encontradas nos han llevado a enfocar toda nuestra energía en resolver los engorrosos trámites aduaneros y a concluir la transformación del bus escolar histórico, que muy pronto nos guiará por los caminos hacia las escuelas de Latinoamérica.

La publicación de nuestro querido cuento nos ayudará a solventar todos los gastos extras que el contenedor ha generado.

Ya quedan poquitos días para que la campaña de crowfounding llegue a su fin.

http://vkm.is/meraki

Si deseáis adquirir nuestro álbum ilustrado y contribuir con ello a que podamos lograr nuestro objetivo, aún estáis a tiempo.

Los beneficios de su venta irán íntegramente destinados al desarrollo de este proyecto educativo.